lunes, 18 de febrero de 2008

20 y seis



De camino a Hué, el autobús hace parada de media hora en la montaña de mármol. Son cuatro horas de viaje al final. Bajamos en la estación de autobuses que se supone que está cerca de la pensión que hemos elegido. Cargados con las mochilas vamos caminando, pero la distancia es directamente proporcional al peso que llevas encima de las espaldas. Constantemente somos abordados por hombres ofreciendo hotel, bicibay, moto y nosotros no,no,no, Carlitos casi pierde los nervios. La verdad es que cansa bastante tener que estar todo el día igual. Es lo peor de Vietnam, se buscan la vida y son muy plastas y aquí un poco más agresivos… Llegamos a la pensión y casi me da algo ¡Aj! Cutre que te pasas podría pasar si no fuera por la olor a humedad, me ahogo, cerrada a cal y canto, alambres en la ventana, imposible abrir, Aquí casi de hundo. Hago mutis y me concentro. Nos vamos rápidamente a buscar un sitio para comer y hablando se me pasa el mal rollo. Decidimos no quedarnos y buscar otro lugar en la guía. Nos apetece naturaleza, monte, ya que el mar no ha podido ser. Vamos a preguntar por excursión al parque natural de Bach ma y nos dicen que imposible. Está intransitable después del tifón… así que nos dedicaremos a ver tumbas y pagodas bajando por el río Perfume. Vemos la Ciudadela. Ciudad Imperia, 10 km de perímetro, como se sobraban, en todas partes cuecen habas. Atardece en la Ciudad imperial y Carlos se asoma al balcón al que se asomaba el emperador y le hacen una foto con sus melenas al viento. Esa cenamos escuchando música tradicional Vietnamita muy auténtica. Duermo como puedo esperando que llegue mañana para cambiarnos de hotel.

No hay comentarios: