7 de julio de 2007
8 de la mañana, recogemos a Paul. Primer abrazo, empieza la fiesta. hay premonición en el aire. Mañana fresca y olorosa. Vamos a por Laura. 2º abrazo, voy a dejar de numerarlos porque no me cabrían en el blog. Un café en el Export y a Santander. Debate móvil en el coche. Gestal, respiración... yoga, practicar...
Comer, comida en Cantabria. Con ellos, no que molestamos. Si que no molestamos. Ves habian quedado... y que, asi somos mas... Vamos al monasterio. Vamos a comer. Que buena comida. Anfitriona feliz y cocineras enamoradas de su trabajo. Genial. No recuerdo todo. El vino excelente y la chuleta impecable. Pero el queso, ese queso del que no recuerdo ni el nombre ni el sitio de elaboración, pero recuerdo su color, su olooooooor y su retrogusto. Santa Rita Rita...
Llegamos al Monasterio felices y saciados y pequeño, todo pequeño. No hay mar, la sala es mínima, las vistas mínimas, está nublado, hay niebla aiiggghhhnnnnnn.
La sala resultó exactamente perfecta, las vistas geniales, el mar al lado, tan al lado que se oía...
en el séptimo segundo del minuto número siete de las siete de la tarde del siete de julio de 2007...
Gente nueva que "mueve" al grupo. Chirrían incluso. Comienza el proceso.
Sensei nos pone en kapalabati antes del primer círculo con las manos juntas. Pa que fluya. Empieza la fiesta...
