Con todas las reservas que uno quiera, pero reconociendo que es una historia mucho mas común que lo que sería de desear. Y recordandoós que también afecta a la infancia.
salud y amor
3/04/10 a 20:19 por: solocreoloqueveo |
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A mí sí me enganchó a las benzodiacepinas (droga, en román paladino) un psiquiatra
Un psiquiatra-psicoanalista (de la escuela lacaniana), que debía tener muy pocos escrúpulos y muchas ganas de ganar pasta a espuertas (ex-mujeres que mantener y tal y pascual), me atrajo a su consulta privada mientras me trataba en la Seguridad Social ("mujer, no es lo mismo aquí que en la privada, porque aquí sólo pueden darte cita cada mes o así... blablabla").
Padezco un trastorno de ansiedad generalizada (dejémoslo en ansiedad, porque creo que me han CONVERTIDO en una enferma sin serlo tanto... es decir, tengo ciertas tendencias en mi carácter, como todo hijo de vecino, y circunstancias EXTERNAS SOLUCIONABLES que eran las que me causaban el problema que desde hace siete años, y por puro ENGANCHE, mantengo a raya con fármacos: trankimazin y sertralina).
Sigo: te dicen que los antidepresivos "primos" del prozac no enganchan. Y una MIER**, con perdón. Yo he tratado de dejar la sertralina cinco veces -siempre siguiendo las pautas de los médicos- y no he podido, porque me deprimía HORRORES. La he querido dejar porque me acelera y me embota la libido y las capacidades que yo tenía antes para, por ejempo, escribir, o para llorar cuando necesito hacerlo, o para tener interés en leer un BUEN libro o ver una BUENA película -sólo busco evasión porque me invade la PEREZA INTELECTUAL Y EL MIEDO A LAS EMOCIONES-. Lo mismo me ocurre con la paroxetina (seroxat), sólo que esta última, además, me produce convulsiones involuntarias de los miembros y me hizo engordar siete u ocho kilos durante los casi dos años que la tomé (lo que ayudó a deprimirme mucho más y a no tener ganas de quedar con gente y perder la autoestima).
Por otro lado están los ansiolíticos: empecé con lexatin (junto con la sertralina), recetados ambos hace siete años por el médico de cabecera que tenía entonces. Cuando el lexatín empezó a no hacerme nada (repito que tenía problemas OBJETIVOS, EXTERNOS: cambio de ciudad, ruptura amorosa, haberme quedado en paro y vivir de nuevo con mis padres, que son MUY problemáticos... todo ello a la vez), el de cabecera me derivó al fin al psiquiatra... y di con un hijo de pu** sin ética... pero muy convincente y encantador, y con un carisma vampírico impresionante (que eso es lo que veo ahora en él, con perspectiva: un VAMPIRO, en más de un aspecto).
Este buen señor me recetó trankimazin (fue el que me mandó también seroxat, repitiéndome que era imposible que me sentara mal y que me acelerara, como yo le decía, hasta que logré convencerlo para volver aunque fuera a la mierda de la sertralina otra vez, que al menos no me daba convulsiones y no engordaba). Pues bien: cuando al fin me llevó a su consulta privada, me dijo que, al principio, las visitas serían semanales durante dos o tres meses, y luego se irían espaciando... JUAS.
¡ESTUVE DOS AÑOS Y MEDIO A CITA SEMANAL -había encontrado un trabajo y retrasé mi independización para poder seguir el tratamiento con él- HASTA QUE LE DIJE "BASTA, QUE NO SOY RICA, Y DEJO ESTO, PORQUE YA NO SÉ NI QUÉ CONTARTE"!
A todo esto, el psicoanálisis NO ME APORTABA ABSOLUTAMENTE NADA. Vamos, que yo ya sabía perfectamente dónde están mis traumas (todo el mundo tiene) y mis debilidades. Las poquísimas veces que este tipejo hablaba, sólo decía cosas sobre mí que YO YA SABÍA, y mejor que él (no lo digo por vanidad, es un HECHO).
Y ahora voy al hecho objetivo realmente interesante de toda esta historia (valóralo como enfermero y te agradeceré mucho tu opinión): en esos dos años y medio que pasé con este hombre, pasé de tomar un miligramo de trankimazin retard al día, a tomar entre cuatro y seis (según los días), más 0,5 o 1, o 2 mg del trankimazin "normal" bajo la lengua, según los días, también.
Ahora, después de varios años de haber dejado a ese tipo, LUCHO estérilmente contra la adicción a las benzodiacepinas. Si mi vida es una balsa de aceite y no sucede nada que me altere, voy pasando con 2mg de retard y otros 2 mg del "rápido" al día. En cuanto algo se tuerce, o siento algo (atracción por alguien, por ejemplo, como me ocurre ahora, que ha fracasado una historia que empezaba), paso a tomar hasta el TRIPLE de esas dosis. Y en la vida SIEMPRE HAY PROBLEMAS, NO ES UNA BALSA DE ACEITE. ES LO QUE ES: LA VIDA, CON SUS SUBIDAS Y BAJADAS, CON SUS PENAS Y ALEGRÍAS.
En definitiva, ¿tengo razón o no, cuando digo que un psiquiatra me ha convertido en drogadicta?
Otra cosa: ¿algún consejo sobre cómo desengancharse de manera eficaz y definitiva?
Gracias... sobre todo por haber llegado hasta aquí leyendo.
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